Raul arevalo gay

Raúl Arévalo Zorzo (born 22 November ) is a Spanish film actor and director , best known . David Trueba (); Alberto Rodríguez and Rafael Cobos ( ); Cesc Gay and Tomas Aragay (); Raúl Arévalo and David Pulido ( ).
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Porque hay menos implicación con el personaje y surgen menos fantasmas. Bueno, esa es mi teoría y a mí me ha ido muy bien. Pero quería que la pluma funcionara de un modo liberador: Bueno, bebiendo…: Era agua de Valencia con mescalinas. El agua de Valencia mezclada con mescalinas es una combinación de los ochenta que yo admito que conozco. A mitad de los ochenta empezaron a llegar las mescalinas sintéticas de Valencia y nunca se folló tanto en Madrid, porque es verdad que es muy desinhibidora.

He insistido ante los doblajes francés e italiano que no cayeran en los arquetipos de la loca que dobla, porque ninguno de ellos hace un arquetipo. Son muy afeminados, pero hay un tipo de naturalidad dentro de esa pluma. Hacen un gran trabajo y me hace temer lo peor en los lugares donde la película se doble. Me alegro que digas eso. Yo tenía un miedo Te crees absolutamente cada palabra que dice.

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La persona de la calle es la vidente. En efecto, la interpretación de Lola, que no es paródica, es una interpretación alta de tono, pero muy naturalista, casi costumbrista. Bueno, sin casi: La diseñé un poco manchega porque, como había hecho tan bien de manchega en Volver, la quería muy próxima al pueblo, a la tierra. De hecho ella habla de sí misma como una zahorí, así que le pedí un poco de acento manchego. El elemento sobrenatural que estaba también en Volver. Y alguna de las cosas que dice, esa hipersensibilidad con los muertos, las he vivido muy de cerca.

Alguien dice en la película que el musical ha acabado con el verdadero cabaret. En sus películas hay muchos momentos musicales… Eso era una broma. Yo no soy buen espectador del musical tipo Broadway o Gran Vía, y sin embargo el cabaret me parece una gran escuela. Y se lo quedó. Pero hay algo mío: Pero tampoco se ha atrevido del todo con el musical.

No, no me he atrevido. Sí, sí, en todas. Momentos en que la gente empieza a cantar o, como en este caso, a hacer playback y bailar en un avión. Pues yo creo que por falta de confianza en mí y también por la necesidad de encontrar una partitura adecuada. Porque a veces se meten canciones y la acción se detiene. Eso no puede ser. Pero admito que es un género muy complicado. Y yo, a pesar de mi tendencia, que siempre meto a gente que canta o baila y creo mucho en una canción a la hora de hacer avanzar la acción, admito que me ha dado miedo.

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Todo el rodaje tiene sus dificultades, y en este caso la limitación de espacio obligaba a planificar muy bien Y también que eran doce actores. Yo nunca había trabajado con tanta gente a la vez. Si ves mis películas, todas las escenas claves se dan entre dos o entre tres actores. Y para mí, ambas circunstancias suponían un problema. Vamos, cómo te diría, y tan en serio. Le di a la coreógrafa, Blanca Li, ideas muy concretas sobre lo que quería.

Le indiqué cómo iba a empezar, que uno estaba sirviendo y, para sorpresa de todos, se vuelve y empieza a cantar. Y se vuelve como se vuelve Carlos Areces, claro. También le dije que montara algo sustancioso bajo la pantalla de televisión, frente a los pasajeros. Apenas son las diez. La resaca de 'Tarde para la ira' ya ha pasado.

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En toda esa fase de premios, de festivales, de galas, no te da tiempo a celebrar. Un camino que se inició en el pasado Festival de Venecia , donde Ruth Díaz consiguió el premio a la mejor interpretación de la sección Horizontes, y que siguió con cinco premios Feroz , el Fotogramas de Plata a Mejor película española y cuatro goyas.

Un palmarés que contrasta con una taquilla discreta , que tras la reposición del film en las carteleras en febrero —a raíz de su éxito en los premios de la Academia— todavía luchaba por recuperar los 1,2 millones de euros que había costado. Fotograma de 'Tarde para la ira'. También yéndose a Netflix.

Raúl Arévalo

En su momento tampoco tuvo tanta promoción y tanto apoyo, que es al final lo que influye". Ayudan, por supuesto, en lo que tiene que ver con la taquilla, pero sobre todo tienes que tener apoyo de las televisiones para poder vender bien la película", razona. No entiendo que para hacer una película en España tengas que depender tanto de la televisión", se queja Arévalo.

Si eres de Telecinco eres como el Madrid o el Barça y juegas la Champions. Es un símil futbolístico barato , pero es así. Y no debería serlo". Y para ello tienen que hacer determinado tipo de películas", prosigue. Entonces, algo tiene que cambiar". Por supuesto, no hay que dejar de hacerlas. Jose, es un hombre solitario y reservado, que no parece encajar en ninguna parte. Una mañana, entra a tomar un café al bar dónde Ana trabaja con su hermano. Pero todo ha cambiado en muy poco tiempo. No puede imaginarse hasta que punto Jose va a cambiar sus planes.

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Una historia sobre la naturaleza violenta del ser humano y el espejismo de la redención. Un thriller sí, pero que, a veces, parece un western. Tarde para la ira es la historia de una venganza pergeñada a lo largo del tiempo, es decir, servida en plato frío y narrada desde las entrañas. La potente historia tiene tres pilares fundamentales y muy sólidos. El drama se concreta en tres personajes sabiamente delineados: Antonio de la Torre Jose , impagable regalo que le hace su amigo Arévalo. Ruth Díaz Ana es el lado femenino de la cinta, es la novia, la esposa y la madre. Luis Callejo Curro , soberbio, supone un gran contrapunto a De la Torre.

Uno misterioso, el otro un canalla. De los secundarios destacaría la gran actuación otra vez estamos ante un buen personaje creado en el papel de Manolo Solo. Su caracterización podía caer en lo ridículo, pero lo salva con un notable. Lo hace muy creíble. Suma en vez de restar. El segundo pilar es el sólido guion. Y el tercer apoyo es la labor de dirección. Qué un debutante ponga el listón tan alto no es lo habitual. Arévalo se ha tomado su tiempo. A buen seguro que también su enorme bagaje como actor tiene su reflejo en Tarde para la ira. Su currículo nos deja sin aliento. Arévalo ha sabido asumir todas esas influencias junto a otros directores con los que no ha trabajado —ver entrevista- y realizar un relato con voz propia.

Conoce a los actores, de ahí que se rodee de un buen trío de protagonistas, sin olvidar a los secundarios.

Conoce la calle, el barrio, los gimnasios, los garitos oscuros, los bares y lo plasma en la gran pantalla. En definitiva, estamos ante una gran película que tiene el mérito de ser una ópera prima y que constituye una esperanza en la realización de nuevas propuestas de la mano de uno de los grandes actores españoles del momento: